Desde siempre, BMW es una marca del sector del automóvil que apuesta por la innovación y desde hace algunos años existe un interés particular por el motor de hidrógeno. El interés por los motores de hidrógeno se demuestra en la fabricación de 100 unidades de la Serie 7 V12 de BMW que funcionan con este combustible ecológico y que se fabrica desde 2005. En detalle, la Hydrogen 7 es el pasado, mientras que la iX5 Hydrogen es el futuro a apostar y un coche que está haciendo pruebas en carretera.
El hidrógeno: alternativa eléctrica viable
La idea de apostar por el motor de hidrógeno nace del hecho de que la electricidad a batería no puede ser la única alternativa a los motores térmicos. En este sentido, BMW declara que «decir que en el Reino Unido y en Europa debe haber un único sistema de propulsión para los automóviles antes de 2035 es algo peligroso. Peligroso para los clientes, para la industria, para sus empleados, y también para el clima. Desde cualquier punto de vista, esto (la solución tecnológica única) es un modelo peligroso a elegir».
Los coches a batería, de hecho, no carecen de problemas con respecto a su difusión y suministro de energía.
El hidrógeno para compensar la escasez de estaciones de carga
La voluntad de apostar por el motor de hidrógeno también se da por el hecho de que en muchos países las estaciones de carga son pocas para apoyar la difusión de los modelos eléctricos. Pensemos, por ejemplo, en Italia, donde los puntos de carga FAST dedicados a los paquetes de batería más grandes son una rareza. También en este caso, las estaciones de recarga de hidrógeno son una solución y se trata de estaciones basadas en un tanque en el que se deposita el H2, que debe repostar una vez cada 6 o 12 meses.
Los automóviles con motor de hidrógeno se convierten así en la respuesta a la necesidad de hacer circular un número cada vez mayor de vehículos de impacto cero incluso en los lugares donde la distribución de las infraestructuras de recarga es deficiente.
¿Cómo funciona el coche con motor de hidrógeno?
Los automóviles de hidrógeno que circulan hoy en día son todavía pocos y funcionan en el modelo de fuel cell, aunque BMW ha presentado en edición limitada la Hydrogen 7 con motor de combustión interna y Toyota también trabaja en el uso del hidrógeno en los motores endotérmicos.
Las células de combustible automático de hidrógeno siguen siendo las más populares por su eficiencia y en la pila de combustible se lleva a cabo un proceso de electrolisis inversa en el que el hidrógeno y el oxígeno se unen para producir electricidad. De esta manera, también se puede producir calor y agua, que se libera en la atmósfera en forma de vapor de agua.
El uso de hidrógeno en la industria automotriz tiene un impacto positivo en el mercado y permite reducir la producción de electricidad a partir de combustibles fósiles con importantes beneficios para la economía y el medio ambiente. Sin embargo, el proceso de separar el hidrógeno y su almacenamiento y transporte es complejo y costoso y conduciría a un aumento adicional del precio del automóvil eléctrico, que ya es superior al del motor tradicional. Además, en Italia escasean los distribuidores de hidrógeno y esto impacta en la elección del vehículo a comprar, llevando a las personas a preferir el coche eléctrico.
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