La electrificación de las flotas corporativas es un tema clave para la descarbonización del sector de transporte y la reducción de emisiones, en línea con los objetivos de sostenibilidad de la Unión Europea. Sin embargo, las empresas enfrentan desafíos y barreras significativas que ralentizan la adopción de flotas eléctricas. Este artículo explora los principales desafíos, beneficios y tipos de flotas corporativas, ofreciendo una visión general sobre las oportunidades de transición hacia una movilidad más sostenible.
Retos de la Electrificación de Flotas Corporativas
Las empresas que desean electrificar sus flotas enfrentan dos tipos de costes: los de inversión inicial y los de gestión. Mientras que las grandes empresas pueden tener acceso a mayores recursos, para las pequeñas empresas el gasto en infraestructura de recarga es el principal desafío. Estas barreras económicas limitan la adopción de soluciones eléctricas, restringiendo la expansión de la movilidad eléctrica entre las pequeñas y medianas empresas.
Costes de Inversión Corporativa
La compra de vehículos eléctricos implica una inversión inicial más elevada en comparación con los vehículos de combustión interna. Además, la instalación de infraestructura de recarga corporativa requiere inversión en hardware y software para asegurar un uso eficiente y accesible para todos los empleados.
Costes de Gestión de Flotas Eléctricas
Las flotas eléctricas requieren una gestión cuidadosa para asegurar la máxima eficiencia de carga y la disponibilidad de los vehículos para las operaciones diarias de la empresa. Muchos operadores corporativos eligen el leasing a largo plazo como método preferido para gestionar estos costes, ya que ofrece mayor flexibilidad y la posibilidad de actualizar fácilmente la flota.
Beneficios de la Descarbonización de Flotas Corporativas
A pesar de los retos iniciales, la transición hacia flotas corporativas eléctricas ofrece numerosos beneficios, tanto económicos como ambientales.
- Reducción de Emisiones de CO₂: Las flotas corporativas representan alrededor del 34% de los nuevos vehículos registrados en Europa en 2024, y estos recorren una distancia anual promedio mayor que los vehículos privados. Pasar a vehículos eléctricos reduce significativamente la huella de carbono del sector transporte.
- Aceleración de la Transición Eléctrica: Los vehículos corporativos tienden a revenderse más rápidamente que los vehículos privados, alimentando el mercado de segunda mano con vehículos eléctricos y facilitando la adopción de la movilidad eléctrica entre los consumidores privados.
Tipos de Flotas Corporativas
Existen varios tipos de flotas corporativas, cada una con necesidades específicas para su electrificación:
- Flotas Logísticas: Incluyen los vehículos utilizados para el transporte de bienes y servicios, como las flotas de distribución de correo o mercancías. La transición a lo eléctrico puede asegurar una gestión más sostenible de estas actividades y reducir los costes operativos a largo plazo.
- Flotas Operativas: Compuestas por vehículos utilizados para el transporte de personas o materiales necesarios para las actividades corporativas, como las flotas para operaciones de mantenimiento. La adopción de vehículos eléctricos en este segmento garantiza la eficiencia operativa y la reducción de emisiones, contribuyendo a una mejor percepción de la marca.
- Flotas de Beneficio: Incluyen los vehículos proporcionados a los empleados como beneficios corporativos. Los coches eléctricos utilizados como beneficios ayudan a promover una cultura corporativa orientada hacia la sostenibilidad.
La electrificación de las flotas corporativas representa un paso fundamental hacia una movilidad sostenible, uniendo ventajas económicas y ambientales para las empresas. A pesar de los desafíos relacionados con la inversión y la gestión de infraestructuras de recarga, la transición hacia lo eléctrico ofrece una oportunidad estratégica para mejorar la eficiencia operativa y fortalecer la imagen corporativa. Daze, con sus soluciones avanzadas de recarga, apoya a las empresas en este proceso, haciendo más accesible y manejable la adopción de la movilidad eléctrica.